Terapia Física
La palabra terapia indica a aquella parte dentro de la Medicina que se ocupa especialmente del tratamiento de las enfermedades, mientras que la palabra física se utiliza para referirse a todo aquello vinculado o propio al cuerpo, entre ellos su constitución y la naturaleza.
Ahora bien, aclarados ambos términos que componen el concepto que nos ocupará a continuación diremos que la terapia física es aquella rama de la medicina que se ocupa de tratar las afecciones físicas de nuestro cuerpo a través del ejercicio o de diversas prácticas tales como la aplicación de frío, de calor, de agua, electricidad y la realización de masajes en aquellas zonas afectadas.
Por otra parte, la terapia física también se ocupará de diagnosticar aquellas enfermedades que afectan la capacidad de movimiento o muscular. Para ello hace uso de test eléctricos y manuales que brindan un panorama general y preciso de la fuerza muscular, del movimiento de las articulaciones y del desarrollo de las funciones, entre otras cuestiones.
Básicamente, la terapia física actuará en aquellos casos en los que las funciones que facilitan los movimientos corporales se encuentran afectadas, ya sea por el padecimiento de alguna enfermedad o por haber padecido un accidente que de pronto la resintió. Entonces, su principal misión será la de restablecer su funcionamiento satisfactorio para que la persona pueda realizar normalmente su vida.
La terapia física está presente en casi todos los procesos patológicos de las diferentes especialidades médicas, por ejemplo en obstetricia se ocupa de reeducar a la paciente antes y después del parto; en gerontología asiste a aquellos pacientes que han perdido la movilidad; y en cardiología se ocupará de la reeducación de los pacientes cardíacos en lo que respecta a la realización de esfuerzos.
Al individuo que se dedica de manera profesional a esta actividad se lo conoce como fisioterapeuta. En tanto, podrá desempeñarse como tal, una vez cumplidos satisfactoriamente los estudios vinculados a la materia, que se realizan en una universidad y suelen llevar alrededor de cuatro años. El fisioterapeuta debe disponer de conocimientos en materia de ciencias clínicas para desplegar su labor, por ejemplo, debe conocer el funcionamiento de los sistemas endocrino, gastrointestinal, neuromuscular, pulmonar, genitourinario, cardiovascular, entre otros.